Cuando la banda química resuena en las mentes y despierta las emociones.
En el marco del Proyecto de articulación pedagógica e interinstitucional entre la Escuela Primaria 7 de 1 "Presidente Roca" y el Colegio Secundario ILSE, que se lleva a cabo anualmente desde 2017, los alumnos de 6to grado de la Escuela Roca visitaron el laboratorio de Química del ILSE. En esta experiencia profesores y alumnos del secundario prepararon materiales, los experimentos y actividades didáctica sobre el tema "banda química de elementos" para que los chicos y chicas de sexto puedan aprender, conocer y disfrutar.
La visita de alumnos de primaria a un colegio secundario para experimentar en su laboratorio de química, coordinada por la biblioteca escolar, constituye una experiencia educativa de alto valor formativo, tanto en el plano pedagógico como en el social.
1. Continuidad en el trayecto educativo
La articulación entre nivel primario y secundario es un desafío clave del sistema educativo. Permitir que los niños conozcan anticipadamente los espacios, las dinámicas y las prácticas propias de la escuela secundaria reduce la ansiedad frente al cambio de nivel y favorece una transición más fluida. Esta experiencia funciona como un puente pedagógico que conecta aprendizajes previos con los que vendrán, generando sentido de continuidad.
2. Estímulo al pensamiento científico y crítico
El laboratorio de química ofrece a los estudiantes de primaria un escenario real y motivador para aplicar el método científico. Manipular materiales, observar fenómenos y formular hipótesis no solo despierta la curiosidad natural, sino que también fortalece competencias cognitivas centrales: la capacidad de indagación, la observación rigurosa, el análisis crítico y la resolución de problemas.
3. Rol de la biblioteca escolar como mediadora
La biblioteca, al coordinar la experiencia, cumple una función estratégica de articulación institucional. Desde su carácter transversal, organiza los contenidos previos, provee materiales de lectura y reflexión y, posteriormente, incentiva instancias de socialización de lo vivido. Esto refuerza su papel como motor pedagógico y cultural de la escuela, que trasciende la mera circulación de libros para convertirse en un espacio dinamizador del conocimiento y la vinculación con la comunidad educativa.
4. Desarrollo de la motivación y las vocaciones tempranas
El contacto con espacios científicos especializados ayuda a despertar vocaciones y a ampliar horizontes. Muchos niños descubren en estas experiencias intereses que no habían imaginado, fortaleciendo su autoconfianza y proyectando expectativas positivas hacia el futuro. La escuela primaria, al abrir estas puertas, contribuye a la construcción de proyectos de vida más ambiciosos y significativos.
5. Valor social y comunitario
La interacción entre instituciones educativas del mismo territorio fortalece lazos sociales y comunitarios. La visita no solo beneficia a los alumnos que participan, sino que también genera un efecto simbólico: muestra que la educación es una tarea compartida, en red, donde cada nivel acompaña y apoya al otro. Este sentido de pertenencia y continuidad educativa es fundamental para combatir la fragmentación social y promover una cultura de cooperación.
Por todo esto podemos decir que la experiencia de llevar a los alumnos de primaria a un laboratorio de secundaria, con la biblioteca escolar como eje articulador, es una acción pedagógica con profundas repercusiones cognitivas, emocionales y sociales. Prepara a los niños para nuevos desafíos, fortalece el sentido comunitario y sitúa a la biblioteca escolar como una institución clave en la construcción de puentes entre saberes, niveles y personas.